Con la finalización de la llamada
última dictadura Argentina (1976-1983) sumergiendo a esta nación en una de las
peores crisis económicas producto de la desinversión privada, corrupción
gubernamental, endeudamiento e inflación. El Presidente democrático Raúl Alfonsín
implemente una serie de reformas económicas que implicaba reducción del tamaño
del estado, reformas tributarias – laborales, privatizaciones de empresas
ineficientes, renegociación de la deuda externar lanza el llamado plan Austral
que a su vez da origen a la creación del Austral (1985-1992) como medio de pago
equivalente para el año 1985 de 1 austral – 1 dólar.
El plan incluyó la creación de
una nueva moneda; un austral equivalente a 1.000 ($A) (Peso Argentino), a 10
millones de $L (Peso Ley 18.188) y a 1.000 millones de m$n (Peso Moneda
Nacional). En un principio el plan pareció exitoso para contener la alzada
inflacionaria, pero hacia 1986 comenzó a devaluarse con respecto al dólar y
nunca más logró recuperarse. El austral se llegó a depreciar un 5.000% anual
con respecto al dólar hacia 1989. En 1992 fue reemplazado por una nueva unidad
monetaria, el Peso convertible, a razón de 10.000 australes por peso.
El fracaso del Austral inicia en 1986
y ante la imposibilidad de llevar adelante las reformas previstas por el Presidente
Alfonsín, el Austral comenzó a devaluarse con respecto al dólar y nunca más se
recuperó. El signo monetario se llegó a depreciar un 5.000% anual con respecto
al dólar hacia 1989. En junio de 1985 un dólar equivalía a 0,855 centavos de
austral, mientras que para 1990 se necesitaban 10.000 australes para comprar un
solo dólar. Originalmente el billete de mayor denominación era el de 50
australes, sin embargo, con una inflación galopante, se hizo necesario emitir
valores muchos más grandes, llegando a imprimirse billetes de hasta 500.000
australes.
En la economía de calle; la
variación de precios era constante casi a diario al punto que las personas
cobraban en la mañana y en la tarde. Para determinar cuánto se cobraba
efectivamente el Argentino, la libertad cambiaria muy constante por la
hiperinflación llevo a las empresas a dolarizar los salarios y los bienes y servicios
que se ofrecían esto desde el punto de vista de indicador para fijar el precio,
pues con niveles de hiperinflación del 3.000 % anual resulta difícil planificar
a corto plazo por la volatilidad económica de la moneda nacional.
El Gobierno de Alfonsín establecía
conversaciones con el sector privado para mantener y controlar la inflación lo
que no resulto satisfactorio debido a que la población perdió confianza en su
moneda y prefirió cambiar sus australes en dólares resguardándose de la
hiperinflación existencia.
El ciudadano de a pie fue
asumiendo el dólar como moneda para el pago de sus bienes y servicios lo cual
se registraba en los comercios los precios en dólar como un medio efectivo de
pago. El gobierno de Menen entendió ese efecto y planteo la reforma económica del
1992 donde el austral quedo condenado a su muerte con el nacimiento del peso convertible.
Un peso convertible equivalía a
10.000 australes y a 1 dólar $ norteamericano hasta el año 2002 que fue
devaluado llegando a 6.35 pesos por dólar en este mes de Enero 2014.
La adopción del dólar como moneda
de intercambio local en Argentina durante la existencia del Austral logro tener
un medio de pago menos traumático con la propia moneda local y a su vez logro
preservar el poder adquisitivo del argentino donde aún sí la hiperinflación presiona
los precios a nivel astronómicos el trabajador seguía ganando lo mismo pero en
moneda dura.
En Venezuela donde la inflación
se come los salarios y el poder adquisitivo por una política de restricción de la
tenencia de moneda dura como medio de pago dentro de la república, nos veremos
en el futuro próximo el mismo destino del bolívar fuerte como el austral.
Porque no permitir que el Venezolano gane el dólares y pague en Venezuela sus
bienes y servicios en moneda dura. No es entregar el país a los
EEUU como mencionan los radicales del proceso político actual; es la forma de
salir de la crisis como lo han hecho la mayoría de los países latinoamericano. Ecuador
sacrifica el Sucre en el año 2000 y hoy posee una economía sólida y fuerte en
relación a la venezolana.
Con una libertad de uso de la
moneda dura junto al Bolívar Fuerte, se evita la pérdida del poder adquisitivo
del venezolano, puede ahorrar y se protege de la inflación. Con esta política
de control absoluto del dólar por parte del estado donde la corrupción se come
25.000 millones US$ al año generando escasez, perdida competitiva interna y
externa y sobre todo un incremento del ahorro en dólares de Venezolanos en el
extranjero cuando se podría generar ese ahorro aquí.
La decisión es política y de los
grupos económicos del entorno oficial quien tiene que decidir; mientras tanto
el pueblo venezolano seguirá empobreciendose cada día.
MSc. Orlando Cuicar Ortiz
Director Instituto CELUZ
Fuentes consultadas
http://www.coleccionista.org.ve
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